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Una victoria tranquilizadora
24 de Noviembre de 2015
El Pradejón gana por la mínima en un partido condicionado por el viento
Diario La Rioja- Félix Domínguez
El Pradejón logró ayer una victoria tranquilizadora, tanto para el equipo como para su afición, tras una larga racha de derrotas y el meritorio empate logrado el domingo anterior en casa del Agoncillo, un rival de cuidado. Este triunfo ante el Calasancio, logrado en una tarde muy fría y, sobre todo, con un viento fuerte que deslució sobremanera el juego e impidió que ninguno de los dos equipos consiguiese ligar jugadas de mérito, puede servir para que los pradejoneros vuelvan a creer en sí mismos.
La primera mitad, con los amarillos jugando con el viento a favor, tuvo la primera jugada de peligro en las botas del local Joseba, quien lanzó un duro chut desde fuera del área que José Ramón detuvo no sin dificultad. El dominio corría por cuenta de los visitantes, de manera fundamental porque el viento ponía en muchas dificultades a los verdiblancos a la hora de sacar el balón. Si lo intentaban en largo no llegaban muy lejos y si lo hacían por bajo la presión rival tampoco les dejaba llegar muy lejos. Pocos minutos después de que Jorge estrellase un balón en el larguero del meta Sergio, llegó el tanto que a la postre sería definitivo.
Joseba, el mejor de los locales, sacaba muy bien una falta desde más de treinta metros, enviando el balón por encima de la defensa hacia donde se colaba Iker, quien remató de cabeza para que rechazase el portero y el rebote lo volvía a rematar el mismo jugador, este vez al fondo de las mallas.
Tras la reanudación y con los locales con el viento a favor, los de Mario Izquierdo salieron dispuestos a incrementar su ventaja, pero tal y como había ocurrido durante los primeros 45 minutos, las fuertes ráfagas de viento impedían a unos y otros jugar con cierta precisión. Las jugadas de verdadero peligro brillaron por su ausencia, si exceptuamos una gran internada de Iker, que centró dentro del área y por dos veces sus compañeros marraron el remate cuando tenían todo a su favor para haber marcado.
Arreón final
Los de Héctor Ruiz trataron de volcarse hacia el área rival durante los últimos minutos, pero su eficacia fue nula y apenas llegaron a poner en aprietos a la defensa verdiblanca, a pesar de que el efecto del viento ponía un nudo en la garganta de la afición local cuando el balón llegaba por alto. Los pradejoneros intentaron aprovechar el adelantamiento rival para montar contragolpes, pero sin efectividad.
Una victoria tranquilizadora
El Pradejón gana por la mínima en un partido condicionado por el viento
Diario La Rioja- Félix Domínguez
El Pradejón logró ayer una victoria tranquilizadora, tanto para el equipo como para su afición, tras una larga racha de derrotas y el meritorio empate logrado el domingo anterior en casa del Agoncillo, un rival de cuidado. Este triunfo ante el Calasancio, logrado en una tarde muy fría y, sobre todo, con un viento fuerte que deslució sobremanera el juego e impidió que ninguno de los dos equipos consiguiese ligar jugadas de mérito, puede servir para que los pradejoneros vuelvan a creer en sí mismos.
La primera mitad, con los amarillos jugando con el viento a favor, tuvo la primera jugada de peligro en las botas del local Joseba, quien lanzó un duro chut desde fuera del área que José Ramón detuvo no sin dificultad. El dominio corría por cuenta de los visitantes, de manera fundamental porque el viento ponía en muchas dificultades a los verdiblancos a la hora de sacar el balón. Si lo intentaban en largo no llegaban muy lejos y si lo hacían por bajo la presión rival tampoco les dejaba llegar muy lejos. Pocos minutos después de que Jorge estrellase un balón en el larguero del meta Sergio, llegó el tanto que a la postre sería definitivo.
Joseba, el mejor de los locales, sacaba muy bien una falta desde más de treinta metros, enviando el balón por encima de la defensa hacia donde se colaba Iker, quien remató de cabeza para que rechazase el portero y el rebote lo volvía a rematar el mismo jugador, este vez al fondo de las mallas.
Tras la reanudación y con los locales con el viento a favor, los de Mario Izquierdo salieron dispuestos a incrementar su ventaja, pero tal y como había ocurrido durante los primeros 45 minutos, las fuertes ráfagas de viento impedían a unos y otros jugar con cierta precisión. Las jugadas de verdadero peligro brillaron por su ausencia, si exceptuamos una gran internada de Iker, que centró dentro del área y por dos veces sus compañeros marraron el remate cuando tenían todo a su favor para haber marcado.
Arreón final
Los de Héctor Ruiz trataron de volcarse hacia el área rival durante los últimos minutos, pero su eficacia fue nula y apenas llegaron a poner en aprietos a la defensa verdiblanca, a pesar de que el efecto del viento ponía un nudo en la garganta de la afición local cuando el balón llegaba por alto. Los pradejoneros intentaron aprovechar el adelantamiento rival para montar contragolpes, pero sin efectividad.