Tanto la construcción de la nueva iglesia como el pago de la independencia endeudaron a los pradejoneros de un modo considerable, sumiendo a la villa en una crisis subsistencial que sumará 36 muertos en 1804. Esta se agravó al comienzo, en 1808, de la Guerra de Independencia española.
Pradejón participó en la defensa contra los embistes de la invasión francesa, dedicándose a abastecer a las tropas españolas. Sin embargo, la villa se vio entre dos fuegos y, mientras colaboraba con los españoles, también tuvo que hacer lo propio con los 25.000 soldados franceses acampados en la otra orilla del Ebro. Esto llevó a Pradejón a una nueva crisis subsistencial, obligando al alcalde a denegar la ayuda a ambos bandos. Tras ello, las dos partes amenazarán con una invasión militar.
La situación empeoró después de la Batalla de Tudela, sucedida el 23 de noviembre de 1808, quedando Pradejón bajo ocupación francesa. A partir de este momento, los invasores ya no pedirán los víveres, si no que los cogerán sin permiso, diezmando la paja y derramando el vino. Entre 1809 y 1813, la pobreza será extrema. El párroco llegó a cobrar 27 reales a los vecinos que deseasen cazar pájaros del tejado de la iglesia. A partir de 1813, los sublevados españoles lograrán ganar terreno a los franceses, acabando estos abandonando La Rioja tras la Batalla de Vitoria, el 21 de junio de 1813.
El conflicto finalizará en 1814 con la victoria española, sumiendo a Pradejón en una crisis económica y demográfica de la que no se recuperará hasta pasadas varias generaciones.
Fuente: Wikipedia.