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El pueblo de los protestantes
29 de Octubre de 2017
Pradejon vio nacer, hace 135 años, el primer foco de protestantismo en La Rioja. Este martes se cumple el quinto centenario de la reforma protestante que encabezó Lutero en Alemania
Diario La Rioja- María Félez
Hace ahora cinco siglos -este martes, se cumple el quinto centenario- que Martín Lutero comenzó en Alemania lo que con los años sería la división de la cristiandad occidental. En ese momento nacía el protestantismo. En la actualidad más de 300 millones de personas comulgan con esta religión, casi un millón de ellas lo hace en nuestro país y sigue siendo la principal religión minoritaria en nuestra región.
Pero tuvo muchos más seguidores, especialmente en Pradejón, una localidad que sería durante casi un siglo el primer foco de portestantismo de La Rioja. Un hecho que le haría ser conocido como 'el pueblo de los protestantes' tal y como se cuenta en el libro 'Pradejón histórico' escrito en el 2004 por el catedrático de Historia Moderna José Luis Gómez Urdáñez.
Todo comenzó con la visita del panadero Juliano Moreno en 1872 a Zaragoza cuando iba a cumplir voto ante la Virgen del Pilar. Allí escuchó las predicaciones de un pastor gaditano y, a su regreso, decidió continuar con la evangelización de Pradejón hasta formar un núcleo protestante estable. El primer pastor sería Agustín Sáenz, que compraría, con fondos de la American Board (una entidad americana), una casa de tres pisos destinada a alojar la iglesia en la calle Mayor.
Con unos 95 niños en sus clases, una quinta parte de los pradejoneros confiaba hace un siglo la educación de sus hijos a los maestros protestantes por ser el único centro educativo que impartía una educación laica.
Con la dictadura de Primo de Ribera y la exaltación del catolicismo, los protestantes se convertirían en uno de los grupos más reprimidos. Las autoridades políticas del momento les negarían la creación de nuevas capillas y la celebración de entierros protestantes.
La Segunda República estableció en el municipio la libertad de culto. Esto supuso un gran avance para la comunidad protestante de Pradejón, que obtuvo la igualdad de derechos. Entonces comenzó a surgir una izquierda protestante. De hecho, el pastor de la época, Simón Vicente, sería un miembro influyente de la agrupación republicana local. El cementerio fue secularizado y la tapia, que hasta entonces separaba la parte protestante de la católica, fue derribada.
La Guerra Civil supuso un nuevo traspiés para la comunidad protestante en Pradejón. El pastor protestante Simón Vicente fue fusilado como intento de disgregar la comunidad. Los fieles perdieron el derecho a ejercer sus creencias y en los primeros días del conflicto los sublevados prenderían fuego a la capilla. Las milicias de Falange y Requeté incautarían estos locales para establecer en ellos su cuartel general.
El hecho ocasionaría un incidente diplomático con Estados Unidos, pues los inmuebles pertenecían a la American Board. Por ello, el cónsul estadounidense, residente en Vigo, reclamó en 1938 a las nuevas autoridades la devolución de los inmuebles, sin obtener respuesta. Por otro lado, Casimira Rivas, viuda del pastor evangélico fusilado, lograría exiliarse en Francia y, desde allí, enviar a sus hijas como refugiadas políticas a la Unión Soviética. Cuando supo lo sucedido a la iglesia juró regresar para reconstruirla una vez que fuesen vencidos los sublevados.
En los primeros años de la dictadura, uno de los grupos más sometidos fue el de las mujeres protestantes, en su mayoría viudas de guerra. En los primeros días, fueron obligadas a reunirse en la casa del cura, donde se les intentó convertir al catolicismo. Siendo inefectivo el diálogo, las autoridades les obligaron a casarse por el rito católico, les impusieron el bautismo a sus hijos y, en algunos casos, les hicieron renegar de las ideas de sus difuntos maridos.
El muro del cementerio volvería a ser levantado hasta a la llegada de la democracia y fue la alcaldía del socialista Félix Cordón la que volvió a derribarlo.
Ha sido en la época más larga de libertades de la historia española cuando realmente el protestantismo en Pradejón empezó a descender hasta niveles casi anecdóticos en la actualidad.
El pueblo de los protestantes
Pradejon vio nacer, hace 135 años, el primer foco de protestantismo en La Rioja. Este martes se cumple el quinto centenario de la reforma protestante que encabezó Lutero en Alemania
Diario La Rioja- María Félez
Hace ahora cinco siglos -este martes, se cumple el quinto centenario- que Martín Lutero comenzó en Alemania lo que con los años sería la división de la cristiandad occidental. En ese momento nacía el protestantismo. En la actualidad más de 300 millones de personas comulgan con esta religión, casi un millón de ellas lo hace en nuestro país y sigue siendo la principal religión minoritaria en nuestra región.
Pero tuvo muchos más seguidores, especialmente en Pradejón, una localidad que sería durante casi un siglo el primer foco de portestantismo de La Rioja. Un hecho que le haría ser conocido como 'el pueblo de los protestantes' tal y como se cuenta en el libro 'Pradejón histórico' escrito en el 2004 por el catedrático de Historia Moderna José Luis Gómez Urdáñez.
Todo comenzó con la visita del panadero Juliano Moreno en 1872 a Zaragoza cuando iba a cumplir voto ante la Virgen del Pilar. Allí escuchó las predicaciones de un pastor gaditano y, a su regreso, decidió continuar con la evangelización de Pradejón hasta formar un núcleo protestante estable. El primer pastor sería Agustín Sáenz, que compraría, con fondos de la American Board (una entidad americana), una casa de tres pisos destinada a alojar la iglesia en la calle Mayor.
Con unos 95 niños en sus clases, una quinta parte de los pradejoneros confiaba hace un siglo la educación de sus hijos a los maestros protestantes por ser el único centro educativo que impartía una educación laica.
Con la dictadura de Primo de Ribera y la exaltación del catolicismo, los protestantes se convertirían en uno de los grupos más reprimidos. Las autoridades políticas del momento les negarían la creación de nuevas capillas y la celebración de entierros protestantes.
La Segunda República estableció en el municipio la libertad de culto. Esto supuso un gran avance para la comunidad protestante de Pradejón, que obtuvo la igualdad de derechos. Entonces comenzó a surgir una izquierda protestante. De hecho, el pastor de la época, Simón Vicente, sería un miembro influyente de la agrupación republicana local. El cementerio fue secularizado y la tapia, que hasta entonces separaba la parte protestante de la católica, fue derribada.
La Guerra Civil supuso un nuevo traspiés para la comunidad protestante en Pradejón. El pastor protestante Simón Vicente fue fusilado como intento de disgregar la comunidad. Los fieles perdieron el derecho a ejercer sus creencias y en los primeros días del conflicto los sublevados prenderían fuego a la capilla. Las milicias de Falange y Requeté incautarían estos locales para establecer en ellos su cuartel general.
El hecho ocasionaría un incidente diplomático con Estados Unidos, pues los inmuebles pertenecían a la American Board. Por ello, el cónsul estadounidense, residente en Vigo, reclamó en 1938 a las nuevas autoridades la devolución de los inmuebles, sin obtener respuesta. Por otro lado, Casimira Rivas, viuda del pastor evangélico fusilado, lograría exiliarse en Francia y, desde allí, enviar a sus hijas como refugiadas políticas a la Unión Soviética. Cuando supo lo sucedido a la iglesia juró regresar para reconstruirla una vez que fuesen vencidos los sublevados.
En los primeros años de la dictadura, uno de los grupos más sometidos fue el de las mujeres protestantes, en su mayoría viudas de guerra. En los primeros días, fueron obligadas a reunirse en la casa del cura, donde se les intentó convertir al catolicismo. Siendo inefectivo el diálogo, las autoridades les obligaron a casarse por el rito católico, les impusieron el bautismo a sus hijos y, en algunos casos, les hicieron renegar de las ideas de sus difuntos maridos.
El muro del cementerio volvería a ser levantado hasta a la llegada de la democracia y fue la alcaldía del socialista Félix Cordón la que volvió a derribarlo.
Ha sido en la época más larga de libertades de la historia española cuando realmente el protestantismo en Pradejón empezó a descender hasta niveles casi anecdóticos en la actualidad.