Nuestros Libros de Fiestas

Suelen aparecer en cualquier rincón de nuestras casas, unos mejor conservados que otros. Algunos los coleccionan todos y la mayoría sólo guarda aquellos en los que salió su hija de reina, el homenaje a un familiar cercano o una fotografía de la cuadrilla. La semana antes de fiestas nos mataríamos por tenerlos, pero pasados los meses, se ven ya como un estorbo. Ellos son los Libros de Fiestas, testigos de la Historia viva de Pradejón que guardan entre sus páginas retazos de memoria que no hemos de olvidar.

Libros de Fiestas entre la austeridad (años 60).

Son pocos los Libros de Fiestas que hemos encontrado anteriores a 1975, propiedad de vecinos que no desean donarlos. Algunos suman las 20 páginas, repletas de publicidad y sin apenas texto; mientras que la mayoría no son mas que portada, saludo del alcalde, programa de fiestas y contraportada. En las portadas aparecen los santos, la torre de la iglesia o imágenes de calles y actos festivos.

Libro de Fiestas de 1965.

Estos primeros libros se imprimían en una imprenta de Logroño, aunque desde 1965 es la Imprenta Ezquerro la encargada de publicarlos. Segun los Libros de Fiestas, los festejos de los años 60 duraban sólo cuatro días, siempre del 13 al 16 de septiembre. En ellos, los actos oficiales consistían en bailes públicos, verbenas, fuegos artificiales, capea de vaquillas y, en los últimos años, partidos de pelota con figuras regionales.
En 1962, por primera vez, se suspenden los festejos taurinos. El secretario lo achacará a problemas presupuestarios del Ayuntamiento y a una falta de compromiso por parte de los vecinos, que no desean pagar una cuota que los costee. En años posteriores se logra salvar este bache, pero para finales de los años 60 las vaquillas ya habrán desaparecido.

La revolución festiva de 1976 (años 70).

Reinas y Damas en 1976.

La programación de los años 70 apenas sí varía. Los primeros años se introducen actos como el torneo de tiro al plato o los gigantes y cabezudos, prestados en un principio por Calahorra. En 1974 se eligen a las primeras Reina y Damas de Fiestas. Más allá de esto, los jóvenes empiezan a cansarse de pelota, baile y verbena, quieren que vuelvan las vacas y que la fiesta se celebre en las calles. En 1975, mientras la orquesta "Los Hispanos" toca la canción Islas Canarias, los jóvenes de la cuadrilla "La Guarida" comienzan a cantarla cambiando la letra por un "¡Queremos vacas!". Tras el sabotaje, todos los jóvenes harán una sentada en la plaza José Antonio a modo de protesta.
Este movimiento inconformista será la chispa de lo que vendrá en 1976, primer año en el que la Reina y las Damas aparecen en el Libro de Fiestas. Los promotores se unirán para formar la "Peña el Descoño 76". Se organizarán comidas, cenas y pasacalles, todo ello bajo el reivindicativo lema del "¡Queremos vacas!".

Finalmente, el Ayuntamiento dejará en manos de la peña la organización de los encierros en 1977. Serán los jóvenes los que consigan los maderos y recauden casa por casa las 500 ptas necesarias. Gracias a esta iniciativa, Pradejón volverá a tener vacas después de una década sin festejos taurinos. La peña habrá triunfado y, a partir de ahora, será conocida en Pradejón como "Peña Unión 76".

El final de esta década la marcará 1979. "Por primera vez, desde hace muchos años, tantos que la mayoría de los pradejoneros no conocimos, un Alcalde y una Corporación elegidos democráticamente, tiene el placer de dirigirse a su Pueblo con motivo de nuestras Fiestas Patronales". Así comenzaba el saludo del alcalde en el primer Libro de Fiestas publicado en democracia.

Primeras Reinas y Damas Infantiles en 1979.

Muchos de los actos celebrados aquel año sentaron precedente y aún se conservan como insignia de nuestras fiestas. Por primera vez, Pradejón celebró el Concurso de Ranchos, el Concurso de Zurracapotes, la Chocolatada de la Tercera Edad y el Entierro de la Cuba. También será este año el primero en el que se elijan la Reina y Damas infantiles de Fiestas. Arrancaba así la época dorada de las fiestas pradejoneras, dos décadas que dejarían huella en el recuerdo.

Coloreando los Libros de Fiestas (años 80 y 90).

Sería imposible resumir los eventos organizados aquellos veinte años sin dejarnos alguno. Cabe destacar que en 1980 se quemó el primer Toro de Fuego y que en 1989 se celebró el I Festival Gastronómico del Champi, la Seta y el Pimiento. También tuvimos actos tan curiosos como los concursos de maniobrabilidad de tractores, las carreras de galgos o el recorrido de caza "Villa de Pradejón". Además, la Peña Unión siempre fue clave para amenizar las noches con originales iniciativas como la batalla de globos de agua, la calzoncillada, la caza del cerdo engrasado, la batalla de merengue o las tradicionales noches del ruido, del pijama, del gorro o de la camiseta con piropo.

Primera portada en color.

Todos estos eventos se mantienen vivos entre las páginas de los primeros Libros de Fiestas con portada a color. Una nueva generación de libros que vió la luz en 1983. Estos son testigos del espíritu participativo que impregnaba entonces todas las horas del día.
Conforme concluyeron los años 90 y, sobre todo, después de entrar en el siglo XXI, la participación vecinal nunca volvió a ser la misma. No digamos ni mayor ni menor, pues la gente tampoco se quedaba en casa, pero todo fue distinto. Ahora, cuando nos hablan de salir en pijama o meternos en una batalla de merengue, nos da vergüenza o pereza. Y no digamos de acudir a los eventos matutinos sin apenas haber dormido. En aquel entonces, las fiestas se vivían de principio a fin y la semana se devoraba como si fuese la última.